Cuáles son las ventajas para los argentinos que deciden mudarse a Uruguay con el objetivo de obtener un alivio en el pago de impuestos

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Una de las claves es que no se gravan las ganancias o los bienes que se generan o están fuera de ese país. Economistas creen que estas medidas podrían incentivar más aún la mudanza a ese país, tanto de personas como de empresas.

El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ya lo anticipó: su plan cuando asuma esflexibilizar los trámites para que los inmigrantes obtengan la residencia legal y también otorgar beneficios en el aspecto fiscal, para que puedan llevar sus capitales a tierras uruguayas. Su intención es que unos 100.000 argentinos se muden —o lleven sus bienes— al país vecino, según trascendió luego de un encuentro con miembros de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción.

Economistas locales cree que estas medidas podrían incentivar más aún la mudanza a ese país, tanto de personas como de empresas.

Una de las flexibilizaciones será la reducción de los montos de patrimonio en bienes inmuebles o en inversiones que se exigen para la obtención de la residencia fiscal.

¿Qué diferencias existen hoy entre el sistema tributario argentino y el uruguayo? ¿Cuál es el beneficio que obtiene un empresario o personas de altos ingresos al mudarse? Según explicaron tributaristas locales a Infobae, una de las claves es que en Uruguay no se gravan las ganancias o los bienes que se generan o están fuera del país. Es decir, si un argentino obtiene la residencia fiscal en Uruguay —para lo que efectivamente debe vivir allí— y tiene bienes en los Estados Unidos, o en cualquier otro país fuera de Uruguay, no debe tributar por esos bienes.

 El aumento a los bienes personales de 2018 con respecto a 2019 aumento 12 veces en pesos si se toma el patrimonio que se tiene en el exterior

La reciente Ley de Solidaridad, sancionada en diciembre pasado, impuso varios cambios en el impuesto a los Bienes Personales para los contribuyentes argentinos. Entre ellos una alícuota diferencial de 2,25% para los bienes que están fuera del país, lo que motivó a personas con alto nivel de ingresos o dueños de un patrimonio importante a iniciar consultas para obtener el cambio de residencia. Por este tema, los tributaristas están atravesando un verano con mucho más trabajo que el habitual.

Sin embargo, también advierten que no se trata de un trámite sencillo o un simple cambio de residencia. “El aumento a los bienes personales de 2018 con respecto a 2019 aumento 12 veces en pesos si se toma el patrimonio que se tiene en el exterior, según los análisis que hacemos. Al acelerar los trámites para otorgar la residencia permanente, que hoy lleva varios meses, Uruguay facilita los cambios a los contribuyentes. Pero no alcanza con el cambio de residencia para darse de baja en la AFIP, hay que cumplir con otros requisitos, hay plazos de permanencia y se debe determinar dónde está el centro de intereses vitales, económicos y familiares del contribuyente», explicó César Litvin, CEO en Estudio Lisicki, Litvin & Asoc.

El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ya anticipó que se flexibilizarán los trámites para obtener la residencia en Uruguay (REUTERS/Mariana Greif)
El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ya anticipó que se flexibilizarán los trámites para obtener la residencia en Uruguay (REUTERS/Mariana Greif)

El equivalente uruguayo al impuesto a los Bienes Personales es el impuesto patrimonial, que se empieza a tributar a partir de los USD 250.000, mientas que en la Argentina es a partir de los $2 millones (menos de USD 30.000). Además, en Uruguay toman en cuenta activos y pasivos, mientras que en la Argentina no se contemplan las deudas (salvo para los casos de deudas hipotecarias por vivienda propia). “Los cálculos son una motivación para trasladar su vida a un país que los trate con más ‘cariño impositivo’. Hay muchas ganas de irse, pero son pocos los que realmente pueden hacerlo a la hora de cumplir los requisitos”, agregó.

La AFIP cuenta con las herramientas necesarias para determinar si el contribuyente efectivamente cambió su residencia o si su principal fuente de ingresos sigue estando en la Argentina. “También Paraguay y Bolivia son países con niveles de impuestos similares y ya viene ocurriendo que los empresarios vayan pensando en una mudanza, pero no es nada sencillo. Por la Ley de Solidaridad se hicieron cambios impositivos, antes se tomaba el domicilio y ahora es la residencia, lo que implica pasar más 180 días fuera de la Argentina”, destacó el especialista en impuestos Ezequiel Passarelli.

 Por la Ley de Solidaridad se hicieron cambios impositivos, antes se tomaba el domicilio y ahora es la residencia, lo que implica pasar más 180 días fuera de la Argentina

“La AFIP puede determinar dónde está lo que se conoce como el ‘centro vital de intereses’. Si cambiaste de residencia, te fuiste a Uruguay, pasás más de 180 días en el exterior pero tenés tu empresa en Argentina, tu familia está, tus chicos van al colegio acá, son indicios de que en realidad vivís en el país y la AFIP considera que estás tratando de evadir impuestos y pueden iniciar una demanda”, advirtió.

Los beneficios para los empresarios

“Argentina aplica el criterio de residencia y cuando la persona humana es residente fiscal, grava las rentas de fuente argentina y de fuente extranjera. A esto se lo denomina renta mundial. En Uruguay cuando la persona humana, que allá se denomina persona física, es residente se aplica el criterio de gravar las rentas de fuente uruguaya y solamente extiende ese criterio para gravar los rendimientos de valores mobiliarios, por ejemplo, dividendos de acciones o intereses por la colocación de un capital en el exterior. No grava el alquiler de un inmueble situado en el exterior, el resultado de la venta de acciones o títulos públicos del exterior”, detalló el consultor Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.

Una flexibilización puede ser atractiva para empresarios del sector de exportaciones de servicios
Una flexibilización puede ser atractiva para empresarios del sector de exportaciones de servicios

Pero además, según remarcó el especialista, cuando un no residente pasa a serlo en Uruguay, puede ejercer la opción para que no se lo considere legalmente por unos cinco años para las rentas mencionadas. Es decir, no pagará impuestos en Uruguay por rentas de valores mobiliarios en el exterior.

“Justamente lo que busca Uruguay es que se instalen empresarios que tienen inversiones en el exterior y entonces se los promociona, no gravándole las rentas de esos valores durante un periodo importante. Si, por ejemplo, no tienen rentas de fuente uruguaya y viven solo de inversiones de colocaciones de capital en el exterior, no pagan impuesto uruguayo por esas rentas”, agregó.

 Al acelerar los trámites para otorgar la residencia permanente, que hoy lleva varios meses, Uruguay facilita los cambios a los contribuyentes. Pero no alcanza con el cambio de residencia para darse de baja en la AFIP, hay que cumplir con otros requisitos (Litvin)

Según Domínguez, una flexibilización puede ser atractiva para empresarios del sector de exportaciones de servicios. “En la Argentina, los exportadores de servicios deben liquidar las divisas al tipo de cambio oficial y cuando quieren recomprar dólares, si es que tienen un excedente, tienen el límite de USD 200 más el impuesto PAIS o tienen que comprar dólar MEP a $75, perdiendo el diferencial cambiario. Al instalarse en Uruguay, no necesitan liquidar los dólares por sus exportaciones, les queda el remanente en esa moneda y luego pueden distribuir dividendos, por ejemplo”, señaló.

Con todo, para este tipo de empresas, no alcanza solamente con tener un domicilio en Uruguay, sin empleados, realmente implica instalarse allá. Uruguay, además, ya tiene una ley de promoción de la industria del software y es probable que se creen nuevos beneficios para tratar de atraer a más empresas.

Un sistema más simple

El sistema impositivo que se aplica en Uruguay es muy simple en comparación con el de la Argentina. “El impuesto a la renta sólo alcanza a aquellas obtenidas dentro del territorio uruguayo. Pero, además, por la estructura del país no existe la acumulación de impuestos provinciales y municipales que tenemos en la Argentina con un estado elefantiásico e impagable”, advirtió Iván Sasosvky, titular del estudio Sasovsky & Asociados.

Desde el punto de vista del IVA, de acuerdo con el especialista, no hay grandes diferencias. “Asimismo no poseen impuesto a los débitos y créditos bancarios, ni retenciones ni percepciones por cada operación realizada. Tampoco tienen desdoblamientos cambiario ni impuesto PAIS y hay libre circulación de mercaderías y capitales”, enumeró.

 Por la estructura del país no existe la acumulación de impuestos provinciales y municipales que tenemos en la Argentina con un estado elefantiásico e impagable

Los economistas consideran que los anuncios que comenzó a hacer el futuro Gobierno uruguayo podrían servir como una suerte de freno a futuros incrementos impositivos en la Argentina. “En un momento en el que el gobierno argentino está aumentando la presión tributaria a nivel local para los sectores con mayores ingresos, los anuncios de Uruguay empiezan a marcar los límites a ese incremento”, aseguró el economista Gabriel Caamaño, de EcoLedesma.

Además, auguran que motiva un traslado de empresas locales que hoy están en el límite entre los dos países. “Puede ser que se vendan empresas argentinas que están en zonas francas y se muden allá en forma total. Ya pasó en 2013 y 2014. En el sector de servicios la mudanza es más fácil, porque hoy están facturando un 30% menos acá y allá además no tienen retenciones. Ya pasa con Chile, donde hay empresas que deberían estar en la Argentina”, señaló Gabriel Zelpo, de la consultora Seido.

Fuente: Infobae.com del 9 de enero de 2020

Los salarios pierden poder de compra y se deteriora el acceso a la vivienda

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Los salarios promedio alcanzan para cada vez menos metros cuadrados.

Los 7,2 millones de inquilinos que existen en el país representan la evidencia más concreta de las dificultades que tiene la población para acceder a la compra de una vivienda.

Básicamente debido al derrumbe de los salarios en dólares y -en menor medida- por la variación en los precios de los inmuebles, es que el índice que mide la relación entre el salario real en términos del poder de compra del metro cuadrado de un inmueble siguió deteriorándose.

Según un reciente informe de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) el Índice de Salario Real en función del valor del M2 (ISRV) se redujo, en septiembre, un -9.9% interanual para el caso de viviendas nuevas. Esta caída fue resultado de una menor remuneración promedio en dólares de los trabajadores registrados del sector privado (- 7.8% interanual), y un aumento del índice de valor del m2 (2.4% en el mismo lapso).

¿Cúanto tarda en alquilarse una propiedad?

El comportamiento de estas variables implicó que durante el mes de referencia el salario haya podido comprar el 19,7% de un M2 en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, proporción inferior a la registrada en igual mes de 2018 cuando alcanzó al 22%.

Para el caso de las viviendas usadas, el indice mostró un descenso interanual de 4,1%. En este caso, el salario permitió adquirir el 24% de un M2 de vivienda, proporción inferior al 25% registrado en septiembre del año pasado, según la institución.

«Así como hace un año, el salario real permitía comprar un cuarto de metro cuadrado de un inmueble, hoy se puede comprar menos del 20%», resume Fausto Spotorno, economista a cargo del estudio. Y recuerda que, según sus indicadores, en los años ’90, el mismo sueldo permitía comprar un m2.

El estudio del Instituto de Economía de la UADE tuvo en cuenta los precios publicados de oferta de los departamentos en dólares en la Ciudad de Buenos Aires . Dentro de la muestra seleccionada, se vio una tendencia a la baja de los precios en dólares. «Si bien, sabemos que hoy existe una negociación más fuerte todavía entre los vendedores y compradores», dice Spotorno, refiriéndose a las «contraofertas» que hacen los compradores e implican rebajas de hasta el 20% del valor del inmueble. «Pero igual, aunque los precios hayan bajado más, la caída del salario en dólares fue suficiente para seguir deteriorando el índice de acceso a la vivienda, señaló.

Para la consultora Cdi, que también mide un indicador llamado «nivel de esfuerzo de acceso a la vivienda», la relación precio/ingresos subió a 11,15 ingresos anuales: el valor más alto alcanzado en la serie histórica. Es decir que hoy no solo hacen falta más del doble de ingresos para completar el precio de la vivienda, sino que también se incrementó el esfuerzo, como consecuencia del aumento del costo financiero.

De acuerdo con este indicador, ese nivel de esfuerzo necesario para acceder a la casa propia tuvo un crecimiento fuerte desde mayo del 2018, después de un periodo en que había alcanzado un franco descenso a partir de la instauración de los créditos UVA que son ajustados por la inflación y que precisamente por esta razón, se desmoronaron.

Según datos oficiales que corresponden al primer semestre de este año, en la Argentina el 64,2% de los hogares son propietarios de la vivienda y del terreno donde viven, mientras que el 6,4% de los hogares son propietarios de la vivienda, pero no del terreno. Y el 18,4% de los hogares o el 15,6 de las personas, son inquilinos. Se estima que el déficit habitacional alcanza a 2,5 millones de hogares.

Fuente: Diario Clarín del 23 de noviembre de 2019

Mercado Inmobiliario del campo sigue cayendo

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La incertidumbre por el futuro económico del sector produce una sostenida retracción en la demanda de campos en Argentina. Datos de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales.

La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) publicó una vez más su Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR). Este índice refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en todo el país. La base del InCAIR es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre del año 2011.

Este es el índice número 72 de la historia de CAIR y corresponde al mes de octubre de 2019:

Valores de campos en Argentina

La variación ínter mensual septiembre contra octubre muestra una caída del 17,34 por ciento, mientras que la variación interanual de del 24 por ciento.

Desde la La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales destacan los siguientes puntos para el sector inmobiliario rural:

-Importante caída mensual e interanual en el índice que mide la actividad inmobiliaria rural.
-La retracción es atribuida a la incertidumbre electoral.
-De no definirse rápidamente un plan económico amigable con las necesidades del sector, la actividad rural seguirá bajando
-Se llegó a un nuevo piso de referencia en los valores.

Finalmente, la encuesta mensual de socios arrojó que el 55 por ciento de los operadores inmobiliarios rurales no notó diferencias en los días posteriores al 27/10, 34 % percibió menos actividad y el restante 11 por ciento reportó tener más consultas que el mes anterior.
Respecto de los valores de los alquileres para la próxima campaña 2020, el 51 por ciento asegura que serán iguales al de este año, el 45 por ciento, menores; y el restante 5 por ciento cree que mayores.
Por último, respecto a las nuevas restricciones cambiarias (cepo), 3 de cada 10 encuestados indicó haber perdido alguna operación que ya tenía en curso.

El InCAIR se conforma, principalmente, por:

-Resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada entre socios de todo el país;
-Cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional;
-Cantidad de anunciantes en la WEB de CAIR;
-Operaciones rurales realizadas en el periodo analizado;
-Búsquedas y consultas efectuadas por inversores en la web de CAIR;
-Cantidad de avisos comerciales en las principales plazas del interior del país

Fuente: ReporteInmobiliario.com del viernes 22 de noviembre de 2019

Advierten que la indexación de alquileres por IPC y salarios podría terminar perjudicando a los inquilinos

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La ley avanza en el Congreso. Hasta ahora los ajustes se venían pactando a niveles inferiores a los que surgirían de la aplicación de la fórmula que propone el proyecto aprobado en Diputados.

Uno de los puntos que se destacan del proyecto de ley de alquileres que ya cuenta con media sanción de la cámara de Diputados es el que determina de qué manera se ajustan o indexan los montos mensuales de los alquileres durante la vigencia de un contrato.

Lo que se estableció es que se utilizará como referencia un índice que tomará, en partes iguales, la evolución del índice de precios minorista (IPC) y el índice de salarios (RIPTE).

El ajuste deberá aplicarse una vez al año, prohibiendo una práctica que se hizo muy común en los últimos años: ajustes semestrales establecidos de común acuerdo entre el propietario y el inquilino.

Lo que llamó la atención es que si en los últimos años se hubiera aplicado el ajuste que propone el proyecto de ley, los montos de los alquileres habrían resultado mayores a los que efectivamente se pactaron libremente entre las partes. Es decir, este ajuste que propone el proyecto de ley podría terminar beneficiando a los propietarios.

Esto es porque los alquileres, en términos reales, vienen subiendo bastante menos que la inflación y -hasta 2016- menos que los salarios.

Este año, sin ir más lejos, la inflación rondará el 55% y el índice RIPTE un 45%. Si se combinan los dos índices el ajuste de los contratos debería ser del 50% a partir del mes 13. La realidad es que los contratos se estuvieron ajustando -aunque cada seis meses- a una tasa anual que ronda el 30%.

En una serie histórica larga, los salarios le venían ganando levemente a la inflación desde la salida de la convertibilidad. Esa tendencia se interrumpió durante los últimos cuatro años, en los que los salarios perdieron, punta a punta, cerca de 20 puntos contra la inflación. Pero lo cierto es que, además, salarios e inflación superaron por bastante a los alquileres, que se vienen ajustando a una tasa sensiblemente menor menor.

Lo explica el economista Juan José Cruces, rector de la Universidad Torcuato Di Tella y experto en temas del mercado inmobiliario. “Desde la convertibilidad los valores de los alquileres perdieron casi 40% en términos reales contra la inflación. Subieron en términos nominales, pero mucho menos que la inflación”.

Un trabajo que hizo Cruces hace un tiempo revela que si un alquiler equivalía en el año 2001 al gasto en comida de un mes de una familia tipo, ahora el gasto mensual de un alquiler es equivalente al 60% del gasto en comida de una familia.

“La indexación automática es algo que en este contexto hubiese sido más beneficioso para los propietarios y más perjudicial para los inquilinos” subraya Cruces.

Es evidente que los alquileres tienen un techo que les pone la oferta y la demanda. Un factor importante es que si bien los alquileres vienen subiendo menos que la inflación, lo que cada vez incide más en la formación del precio de un contrato de alquiler es el monto de las expensas, que tienen un peso cada vez mayor en el gasto global en vivienda. Lo mismo, desde 2016, el gasto en servicios (energía eléctrica y gas, sobre todo).

Desde la inmobiliaria Metropolitan Home introducen un matiz sobre los ajustes anuales, a diferencia de la costumbre de mover la cuota cada seis meses. “La actualización anual es un perjuicio para el propietario en momentos de alta inflación desde el punto de vista financiero, pero a la vez no «salva» a los inquilinos de eventuales shocks cambiarios y/o inflacionarios desde el punto de vista económico, ya que al pasar varios meses entre actualizaciones, el inquilino deberá absorber éste shock en un solo aumento” le explicó a Clarín Santiago Levrio.

Fuente: Diario Clarín del 21 de noviembre de 2019

Los seis puntos clave de la nueva Ley de Alquileres que se aprobó en Diputados

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Ahora el proyecto pasa al Senado. La nueva normativa propone que los ajustes en los contratos se realicen por las variaciones mensuales de la inflación y la variación de los salarios de los trabajadores registrados

La Cámara de Diputados de la Nación le dio media sanción a un nuevo proyecto de Ley de Alquileres, que, entre otras cosas, propone nuevas condiciones para regular la relación entre inquilinos y propietarios.

En total, el proyecto consiguió el apoyo de 192 diputados que votaron a favor. En tanto, 23 de absutvieron y nadie votó en contra.

Si tal como está previsto, antes de su salida de la Casa Rosada el presidente Mauricio Macri no extiende las sesiones del Congreso, el tema podría quedar para el nuevo parlamento que asumirá cuando Alberto Fernández suceda a Macri.

El proyecto podría ser incluido en la lista de temas que buscará tratar el Frente de Todos cuando llame a sesiones extraordinarias.

Los principales cambios que se aplicarán si se aprueba en el Senado:

– Los ajustes en los contratos deberán efectuarse utilizando un índice conformado por partes iguales por las variaciones mensuales de la inflación, según el índice de precios al consumidor que mide el Indec, y de los salarios, de acuerdo con el índice Ripte.

– Los contratos de alquiler se extenderán por un plazo mínimo de tres años. Por lo tanto, se extiende a un año más con respecto al plazo actual.

– Las expensas extraordinarias serán responsabilidad del propietario. Solo estarán a cargo del inquilino las expensas que incluyan los gastos habituales, que se vinculan a los servicios normales y permanentes independientemente de como sean considerados (expensas comunes ordinarias o extraordinarias).

– Se reducirá el depósito de garantía a un mes de alquiler. Una vez finalizado el contrato, se devolverá una suma equivalente al precio del último mes o la parte proporcional en caso de haberse acordado un depósito inferior a un mes de alquiler.

Los inquilinos y propietarios deberán pagar las comisiones inmobiliarias correspondientes (Shuttertock)
Los inquilinos y propietarios deberán pagar las comisiones inmobiliarias correspondientes (Shuttertock)

– Se contemplarán diversas opciones para facilitar las garantías para los inquilinos, no sólo a través de la garantía inmobiliaria. Entre ellas, aval bancarioseguro de caución; garantía de fianza; o garantía personal del inquilino (se documenta con recibo de sueldo o certificado de ingresos). El inquilino puede presentar al menos dos y el locador deberá aceptar una de las propuestas.

– Los inquilinos y propietarios deberán pagar las comisiones inmobiliarias correspondientes. En el caso de que intervenga un solo corredor inmobiliario, que es lo más habitual, ambos le deberán una comisión. Este era el punto que generaba más conflicto con las cámaras inmobiliarias, porque en los primeros borradores del proyecto se eliminaba la opción de cobrar comisión a los inquilinos.

“En general, estamos de acuerdo con el proyecto. Fue consensuado entre todas las partes y comprendieron que la intervención inmobiliaria con profesionales debidamente matriculados es fundamental. Cada parte se hace cargo del contratante, salvo que los dos se pongan de acuerdo”, explicó Alejandro Bennazar, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina. En la ciudad de Buenos Aires, las inmobiliarias no pueden cobrar comisiones a los inquilinos —solo a los propietarios— de acuerdo a un fallo que está vigente pero fue apelado por las cámaras inmobiliarias.

Por el lado de los inquilinos, aunque esperan la sanción de la ley prefieren mantener la cautela. “La ley es un cambio radical en la forma de alquilar en la Argentina. Sabemos de la capacidad de lobby del mercado inmobiliario. Luego tiene que votarse en Senadores y por último reglamentarse. Es un camino largo, porque si se vota, luego empieza el camino más difícil: el cumplimiento. El mercado inmobiliario es muy amigo de evadir las leyes y ahí enfocaremos todas nuestras fuerzas”, destacó Gervasio Múñoz, representante del grupo Inquilinos Agrupados.

Fuente: Infobae del 20 de noviembre de 2019

Construir es más barato pero la crisis del sector no afloja

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En promedio, el metro cuadrado a estrenar cotiza a US$638, luego de tocar los US$1.188 en mayo de 2017. Pero las ventas se derrumban.

La brusca devaluación del peso y el cepo al dólar produjeron dos impactos contrapuestos en la industria de la construcción. Por un lado, la actividad viene cayendo en picada (8,5% en setiembre), pero por el otro, el costo para edificar un metro cuadrado en Capital cayó a US$638, “luego de haber llegado a los US$1.188 en mayo del 2017”, indica un estudio de la consultora Reporte Inmobiliario.

El abaratamiento de las nuevas edificaciones obedece principalmente a las sucesivas devaluaciones. Pero esto merece una aclaración. Desde mayo de 2018 a la fecha, los costos de las obras en dólares cayeron casi a la mitad (46%). “Ya van 18 meses consecutivos de caída”, describe Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario. Sin embargo, los desarrolladores aclaran que si bien los costos bajaron, el precio real del m2 también bajó, debido a la fenomenal contracción de la demanda.

La Cámara de la Construcción advierte que habrá más pérdida de empleos si no se toman medidas urgentes

Estos números generan controversias en el sector inmobiliario. Tal como ocurrió en el último mandato de Cristina, la actividad inmobiliaria se desplomó por el doble impacto de la suba de tasas y la implementación del cepo cambiario. En setiembre, la cantidad de escrituras en Capital cayó 19%, según datos del Colegio de Escribanos. “Es el peor setiembre de la historia”, subrayó Gómez Picasso.Newsletters Clarín Alberto y Cristina

En la Provincia Buenos Aires, la venta de inmuebles en los primeros 8 meses del año fue la más baja en 15 años, y representa un descenso de 38% frente al mismo lapso de 2018. Esos registros generan un fuerte debate dentro del sector por el precio real de las propiedades. Distintos relevamientos privados indican que los precios de las propiedades no bajan a pesar del desplome de la actividad. “A los valores que se publican no se cierra ninguna operación”, explica Damián Tabakman, presidente de la CEDU (Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios Urbanos).

Precisamente, en el sector coinciden en que para vender los propietarios conceden rebajas en los precios entre 15% y 25% del valor original. “El mercado hoy no tiene precio y las inmobiliarias contribuyen a esta distorsión”, cuestiona Néstor Kreimer, director de la desarrolladora Kuantica. En el contexto actual, “el valor real” de las casas y departamentos obliga a los constructores a replantear su modelo de negocios en el corto y mediano plazo. En esto también hay diversas interpretaciones.

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El cepo cambiario y la restricción para la compra de dólares generan un nuevo marco para la actividad. “No sabemos cuánto va a durar. Mi percepción es que tenemos por delante por lo menos un par de años con escasez de dólares, con lo cual la construcción y los activos inmobiliarios serán baratos”, interpreta Tabakman. Un refugio tanto para las personas (casas, departamentos o refacciones) y para las empresas, imposibilitadas para girar divisas al exterior. “Literalmente, esto es lo que ocurrió al final del gobierno de Cristina”, agregó.

Los que abonan esa idea consideran probable una reactivación de la construcción, por el mayor interés de ahorristas y empresas necesitadas de transformar sus excedentes en pesos en ladrillos. “La actividad se frenó por la incertidumbre. Pero en estos días se observa un poco más de movimiento ya que existe una demanda insatisfecha que se fue acumulando”, comenta Norberto Lepore, dueño de la inmobiliaria homónima, que hoy tiene a la venta 250 obras en Capital en distintas etapas de desarrollo.

Esos incipientes y esporádicos movimientos apuntan básicamente a las denominadas compras en pozo. “Hay que diferenciar las ventas de unidades terminadas de las de pozo. El producto en pozo es más competitivo a la hora de vender”. En la jerga, la compra en pozo le permite al desarrollador vender una unidad a construir, como mecanismo para financiar la totalidad del edificio. El comprador, por otro lado, adquiere un departamento a futuro pagando en pesos, capitalizando su valor en dólares hacia adelante.

Precios de la vivienda a estrenar

De todos modos, la foto actual de la industria es muy mala. El Indec informó que en los primeros 9 meses del año, la actividad (privada y pública) cayó 8%. Días atrás, la Cámara de la Construcción (CAC) le  reclamó al gobierno actual y la futura administración de Alberto Fernández que tomen medidas para reactivar al sector. Según la CAC, el sector perdió 40.000 empleos en los últimos 4 años.

Kreimer, de Kuantica, discrepa con la afirmación de que los costos de la construcción bajaron. “Medidos en dólares, de manera genuina, es una gran mentira”, dice. El empresario, de todos modos, distingue entre la foto y la película. “La ventaja relativa en dólares es temporal, porque con el tiempo, la inflación va esmerilando los mejores márgenes”, dijo en un tramo de la charla con el Económico. El desarrollador, añadió, tiene otra desventaja: “El precio del terreno no bajó y se lleva una gran parte del negocio”. Según Kreimer, el costo de la tierra hoy representa el 30% del precio de venta de una propiedad, “cuando antes representaba entre el 20 y 25%”.

Tabakman tiene otra mirada. En su opinión, los costos de la construcción cayeron medidos en dólares, y lo explica del siguiente modo: “El costo de la industria tiene dos vectores: la mano de obra y los materiales. La mano de obra está muy atrasada y una parte de los materiales cotiza en pesos”. Sin embargo, aclaró que otros insumos básicos de las edificaciones, que representan el 70% del total, están dolarizados, como el hierro, aluminio y vidrios.

Con respecto a los precios de venta de las unidades nuevas, las listas no se actualizaron, pero según Reporte Inmobiliario, “ya se comienzan a ver algunos nuevos desarrollos con precios más bajos.

Fuente: Diario Clarín del 10 de noviembre de 2019

Oficinas: dicen que hay poca oferta y surgen desarrollos en barrios no tradicionales

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El CEO de la consultora CBRE dice que la cantidad de metros cuadrados disponibles para el uso corporativo está por debajo de los niveles de otros países latinoamericanos.

El impulso que en los últimos años recibió el barrio de Palermo en la construcción de inmuebles destinados a la vivienda y a locales comerciales, se está expandiendo al mercado corporativo. Hoy, la zona representa un 5% del total del mercado de oficinas y -a pesar de la coyuntura adversa- la proyección de futuros desarrollos asciende a casi 80 mil metros cuadrados que se van a entregar en los próximos tres años, afirma un relevamiento de la consultora CBRE.

El caso de Palermo podría replicarse en el resto de los mercados corporativos locales, como Catalinas, Puerto Madero o el Corredor Norte (Panamericana), entre otros. Ya que, según Nicolás Cox, CEO de CBRE para Argentina y Chile,»las oficinas pueden ser un buen refugio para las empresas en este momento, una oportunidad de inversión para protegerse de la inflación y también contra por el cepo», dispara.

Nicolas Cox, CEO de CBRE para Argentina y Chile

Nicolas Cox, CEO de CBRE para Argentina y Chile

En este sentido, la Argentina está subofertada, según comentó  el directivo, de paso por Buenos Aires. La ciudad tiene un promedio de 1,8 millones de metros cuadrados de oficinas «Clase A» disponibles, lo que la convierte en la tercera área metropolitana más grande de Latinoamérica. El nivel está por debajo de otras ciudades, como Santiago de Chile, que es mucho más chica, advierte el directivo. «Hoy hay espacio para nuevos proyectos», asegura.

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En cuanto al desarrollo en Palermo, un reciente relevamiento de CBRE, señala que el avance de los inmuebles corporativos en esta zona viene creciendo en los últimos 10 años. «Durante ese período, el inventario avanzó unos 100 mil metros cuadrados, impulsado por una progresiva demanda de ocupantes que ha elevado la calidad de la oferta, dice Eduardo Di Buccio, Business Development Manager de CBRE Argentina.

Por la recesión, cae el precio de los alquileres de oficinas

Es uno de los submercados más extensos geográficamente, con edificios en el rango de 2.000 a 34.000 metros cuadrados rentables, cuenta Di Buccio.

Según los expertos, Palermo se transformó en un pujante submercado de oficinas no solo por su dimensión sino por aspectos cualitativos de la oferta. El tipo de oficina de Palermo está cambiando hacia un producto más corporativo, de mayor categoría, con especificaciones técnicas aptas para compañías de primera línea. Según la experiencia de CBRE, el número de consultas sobre oficinas en este submercado se incrementó en los últimos 4 años, «sin embargo, este creciente interés no siempre pudo encontrar una oferta que sea compatible con los requerimientos, sea por cuestiones técnicas o directamente por falta de producto», aclara el directivo.

Con respecto a los precios, por ahora Palermo posee rentas más competitivas que el resto de los submercados de la Zona Norte, comparables con el Corredor Panamericana. El promedio mensual es de US$ 21 por metro cuadrado y se ubica oportunamente debajo del promedio de mercado que está en US$ 24,84.

Respecto de otros países, las oficinas porteñas están entre las más caras de América Latina, según la experiencia de Cox. Así como también existe una gran dispersión de precios, agrega: en el Corredor Panamericana, el precio promedio es U$S 21, mientras que en Catalinas asciende a US$32 o 34.

En cuanto al nivel de vacancia, es decir a los espacios desocupados, según Cox, ahora Buenos Aires está en un nivel de equilibrio: en el primer cuatrimestre mantenía una vacancia del 8% y la tendencia luego fue a la baja, señaló. Algo similar ocurrió con los precios de alquiler, debido a la recesión y a la menor demanda de parte de las empresas. No obstante, según el directivo, «el principal driver para buscar una ubicación no debería ser el precio del alquiler, sino la posibilidad de atraer a la gente», opinó.

Fuente Diario Clarín del 8 de noviembre de 2019

Restricciones cambiarias: qué pasará con los créditos hipotecarios y la compra de inmuebles

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Las medidas anunciadas por el Banco Central que limitan más el acceso a moneda extranjera tendrán un impacto en el mercado inmobiliario, que ya atravesaba unos de sus peores años en cantidad de operaciones. Las operaciones con hipotecas están en sus mínimos históricos.


El sector inmobiliario venía atravesando uno de sus peores años en cantidad de operaciones
. Los pronósticos estimaban que el 2019 cerraría con un número menor de las 30.000 operaciones en la ciudad de Buenos Aires, la cifra más baja de las últimas décadas. Pero ahora, con el anuncio de más restricciones a la compra de dólares —con un límite de apenas USD 200 por mes—, el mercado se achicará aun más.

En el texto oficial donde el Banco Central (BCRA) anunció los nuevos topes mensuales para la compra de moneda extranjera, se detalla una modificación a una comunicación anterior del organismo, donde se permitía, como excepción, un acceso a USD 100.000 para quienes cuenten con fondos provenientes de préstamos hipotecarios otorgados por entidades financieras locales. Eso se mantiene, pero ahora, además, estarán exceptuados de las restricciones los compradores que cuenten con fondos provenientes de subsidios del Programa Procrear.

 Esperamos que se mantengan esas excepciones. Igual quedaban muy pocas operaciones con crédito hipotecario

Esta excepción para el acceso a dólares es solo para la compra de vivienda única, familiar y de ocupación permanente. Además, el que recibe los dólares se debe comprometer —con la firma de una declaración jurada— a no adquirir activos externos. Los fondos obtenidos para realizar la compra, tanto en moneda local como en moneda extranjera, tienen que ser depositados o transferidos simultáneamente a una cuenta a nombre del vendedor de la propiedad.

“Esperamos que se mantengan esas excepciones. Igual quedaban muy pocas operaciones con crédito hipotecario; de las 1.080 pendientes, ya se habían escriturado más de 900”, detalló Armando Pepe, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la ciudad de Buenos Aires (Cucicba).

El cierre del año en la ciudad de Buenos Aires estará por debajo de las 30.000 operaciones, el número más bajo desde 1998 (Shutterstock)
El cierre del año en la ciudad de Buenos Aires estará por debajo de las 30.000 operaciones, el número más bajo desde 1998 (Shutterstock)

En lo que va del año, la compraventa de propiedades en la ciudad de Buenos Aires acumula una baja de 44% con respecto al mismo período del año anterior. Y lleva 16 meses consecutivos de caída. En los primeros nueve meses de 2019, las operaciones concretadas a través de hipotecas bancarias registraron una baja del 81,5% respecto a 2018. De esta forma, es el período acumulado más bajo de la serie histórica.

“Al volver a desdoblarse fuertemente el mercado cambiario en oficial versus blue, terminará de morir el poquitísimo crédito hipotecario que sobrevivía. Inclusive aunque se les permita excepcionalmente a los compradores con crédito comprar dólares, éstos no podrán hacerlo a una cotización que les cierre a los vendedores. El mercado encontrará nuevos mínimos. Caeremos sobre lo caído”, opinó Santiago Magnin, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre y creador de la plataforma Deinmobiliarios.com.

En el sector estiman que de esta forma se seguirá acumulando un aumento de la oferta mientras los propietarios, corredores inmobiliarios y desarrolladores no sinceren los precios de cierre de las operaciones de los últimos meses. “Hoy estamos trabajando con mis vendedores para bajar valores de lista o devolver las propiedades. Quedaremos con muy muy poco stock, pero con precios que reflejen la complejidad reinante”, agregó Magnin.

Desde la cadena de inmobiliarias Re/max apuestan a que la medida será temporal y que no tendrá un impacto inmediato en el mercado inmobiliario, al menos en las próximas cuatro a seis semanas. “Entiendo que se toma esta medida para evitar que en los próximos dos meses, hasta que se entregue el gobierno al partido entrante, las condiciones económicas sean peores. No es lo ideal, pero en estas circunstancias me parece que es lo correcto”, explicó Sebastián Sosa, presidente de la empresa.

“La gente que desea comprar un inmueble generalmente ya tiene los dólares, con lo cual en el corto plazo no va a tener impacto. Por supuesto que cuando hay novedades fuertes se genera un cimbronazo y afecta. Después las cosas se acomodan y siguen su curso”, agregó. Pero advirtió que si se sostiene más allá de diciembre se puede acelerar el ajuste o baja de precios, porque la gente va a tener menos dólares en la calle y se verá afectado el valor de los inmuebles.

Fuente: Diario Infobae del 28 de octubre de 2019

Venta de propiedades: se consolida una baja en los precios en el último tramo del año

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Venta de propiedades: se consolida una baja en los precios en el último tramo del año

La venta de propiedades atraviesa uno de sus peores años en la Ciudad Autónoma de Buenos Airessi no hay cambios de tendencia, las operaciones cerrarán el año con su nivel más bajo de los últimas dos décadas. Aunque este desplome histórico en las ventas no coincidió con una caída significativa en los valores de los inmuebles —incluso a pesar de las sucesivas la devaluaciones—, a partir de marzo de 2019, se inició un período de estancamiento o leve descenso en los precios que se seguirá consolidando en los últimos meses del año.

Según el análisis de los datos de la plataforma online Zonaprop, en agosto el precio promedio de un departamento en la ciudad registró una caída de 0,4% con respecto al mes anterior. Fue el sexto mes consecutivo de retroceso, con una caída acumulada de 1,3% desde marzo de este año.

En la actualidad, de acuerdo con la plataforma, el 75% de los barrios experimenta una disminución en sus cotizaciones. Sin embargo, se trata solo del precios de publicación de las propiedades —el valor que pretende el propietario— y no el valor final del cierre de la operación, donde el comprador puede haber negociado una baja.

 El 75% de los barrios experimenta una disminución en sus cotizaciones. Sin embargo, se trata solo del precios de publicación de las propiedades -el valor que pretende el propietario- y no el valor final del cierre de la operación, donde el comprador puede haber negociado una baja

“La tendencia de los precios sigue siendo a la baja. Pero si por mes se hacen 2.500 ventas sobre una oferta de 128.000 propiedades publicadas, hay que hablar de valores de cierre y no de lista. Si los compradores negocian una baja, eso impacta solo sobre los precios de los 2.500 que se venden”, explicó Santiago Magnin, de la inmobiliaria del mismo nombre. Según los datos de los sistemas de gestión inmobiliaria, que no son completos porque los precios finales no siempre quedan registrados, actualmente las propiedades se negocian con una baja de entre 5% y 10%, en promedio. Pero mucho mayores en los casos donde los valores están muy desfasados con respecto al mercado.

“Vamos a cerrar el peor año de la historia, de lo que tenemos registrado. Pero por estacionalidad, el último trimestre debería ser mejor que los anteriores. Siempre, en años normales, octubre, noviembre y diciembre son los meses de más venta. Hoy lo que vendemos es lo que su publica más barato que los valores de lista de la zona«, agregó el corredor inmobiliario.

De acuerdo a la información de la consultora especializada Reporte Inmobiliario, entre agosto de 2019 y el mismo mes del año pasado, los valores de las propiedades tuvieron una baja de 2,5% en promedio, en el rango de los departamentos usados de calidad media estándar (sin amenities). “En la medida que no mejore la actividad económica general será difícil imaginar una recuperación del mercado”, indicó José Rozados, titular de la consultora.

Mientras que para la plataforma Mercado Libre Inmuebles, durante el trimestre de julio, agosto y septiembre el valor del metro cuadrado para los departamentos en la ciudad de Buenos Aires atravesó su tercer período consecutivo de caída de precios, con una baja leve de un 2% anual.

Panorama barrial heterogéneo

En agosto, de acuerdo a los datos de Zonaprop, los barrios donde se registró una mayor baja interanual —siempre en los precios publicados— fueron Parque Chas 4%, La Boca 6% y Núñez 6 por ciento. Por el contrario, subieron en Liniers y Paternal 5% y San Nicolás 4%, junto con la zona suroeste de la ciudad, son los barrios que más se resisten a la baja de precios.

En promedio, un departamento de dos ambientes y 50 metros cuadrados en CABA está valuado hoy en unos USD 132.000, mientras que uno de tres ambientes y 70 metros cuadrados alcanza a USD 185.000. El barrio más caro es Puerto Madero, con USD 5.757 por metro cuadrado, seguido por Palermo (USD 3.502) y Las Cañitas (USD 3.497).

Ariel Champanier, de la inmobiliaria Remax Premium, detalló que las ventas se están cerrando con valores un 15% por debajo -en dólares- en comparación con el comienzo del año. “Hay que ver qué pasa después de octubre, pero creo 2020 va a ser un año similar e incluso puede ser un poquito mejor porque hay mucha demanda contraída. Hay mucha gente que va a tomar la decisión de comprar o vender en función de las elecciones”, adelantó.

 El barrio más caro es Puerto Madero, con USD 5.757 por metro cuadrado, seguido por Palermo (USD 3.502) y Las Cañitas (USD 3.497)

Desde Altgelt Negocios Inmobiliarios, en tanto, señalaron que sugieren a los propietarios que quieren vender que realicen una rebaja de 10% en el precio pretendido. “El que no tiene la necesidad puede patear el problema para más adelante o poner la propiedad en alquiler. El que tiene que vender, sabe que no le queda otra opción que bajar los precios”, afirmó Francisco Altgelt.

Para el próximo año, con casi nulo acceso al crédito hipotecario, el sector inmobiliario seguirá complicado. Desde las inmobiliarias temen que algunas medidas —como subas del tipo de cambio o la profundización de las restricciones para la compra de dólares— puedan incluso empeorar el escenario actual. “Hoy hay mucho encadenamiento entre el que vende y el que compra. Y creo que el año que viene va a ser igual. Van a comprar los que tengan los dólares y van a vender solo los que lo necesitan”, agregó Altgelt.

Fuente: Infobae del 20 de octubre de 2019

Por la crisis y el modo de trabajo de los millennials, el coworking no para de crecer

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Ya hay 149 de estos espacios de oficinas compartidas en el país. Algunas, en sólo un año duplicaron la cantidad de trabajadores que las utilizan. Cómo es ser un coworker.

Los coworkers caminan entre nosotros. Alguno puede estar adherido a vos, ahora, en este viaje en subte. El outfit los delata. No son los oficinistas tradicionales. Tienen auriculares bluetooth, camisa estilo Miami (las palmeras o las piñas nunca fallan) y sweater color pastel. O remerita blanca con alguna frase, jean y tapado estridente. No importa el género. Siempre -literal- usan mochila. Ahí llevan la notebook.

Tienen los ojos en el celular -como cualquiera de nosotros-. Posiblemente en Instagram -como cualquiera de nosotros-. Pero están siendo productivos. Ya desde el viaje, antes de pasar el molinete del espacio de coworking donde trabajan.

Son emprendedores, freelancers, CEOs de corporaciones, abogados, arquitectos o desarrolladores de videojuegos. Antes que todo, millennials. Pero también son members (miembros), como se les dice a estos trabajadores móviles. Y cada vez son más.

La coyuntura adversa para el sector inmobiliario no pudo contra el coworking en Argentina. Crece el uso de oficinas compartidas y las grandes compañías de este sector, que ya tienen sedes en el país, no detendrán nuevos proyectos a nivel local. De hecho, Buenos Aires es un mercado clave en sus planes de expansión por América Latina.

Empleados de distintas empresas que trabajan y conviven en los mismos espacios comunes en WeWork Torre Bellini. (Guillermo Rodríguez Adami)

Empleados de distintas empresas que trabajan y conviven en los mismos espacios comunes en WeWork Torre Bellini. (Guillermo Rodríguez Adami)

Ya hay 149 de estos espacios flexibles en el país (90% privados, el resto de ONG’s o del Gobierno de la Ciudad) y para principios de 2020 estarán inauguradas tres torres más con 6.000 escritorios para trabajo compartido.

¿La clave del éxito de este modelo? La economía con el prefijo «co-«, de colaborativo. Como Uber, captaron la idea de que ahora lo definitorio no es tener -en este caso, un edificio o una oficina-, sino acceder a ese servicio. A eso le sumaron un sentido de “comunidad” que logró entender cómo quiere trabajar un millennial.

Espacios comunes en La Comu, un coworking en Olivos. (Guillermo Rodríguez Adami)

Espacios comunes en La Comu, un coworking en Olivos. (Guillermo Rodríguez Adami)

Un espacio de coworking es un lugar donde los trabajadores comparten oficinas y lugares comunes aunque no trabajen en la misma empresa. Es como un «vivero» de negocios en el que no importa la especie, todos crecen gracias a las condiciones que vienen dadas desde arriba. El mandamiento es uno: que los coworkers crezcan como individuos y como empresas al trabajar junto con otros espíritus creativos que no necesariamente piensan de la misma manera.

En este mundo de café, cerveza gratis y after office dentro de la office, el “podemos hablar” sería un “podemos trabajar”.

Tomás Calusio, director de Comunidad de WeWork Argentina.  (Guillermo Rodríguez Adami)

Tomás Calusio, director de Comunidad de WeWork Argentina. (Guillermo Rodríguez Adami)

“En 2017, cuando desembarcamos en Argentina, teníamos 2.200 miembros. En 2018, 4.900. El crecimiento fue del 122%. Para 2019 estimamos llegar a 9.000 y crecer más del 83%», dice Tomás Calusio, director de Comunidad de esa compañía en Argentina.

«Ya firmamos lo que será el WeWork más grande de Latinoamérica, Torre Odeón, en Av. Corrientes 800, con una capacidad para 4.000 miembros. También abriremos un nuevo edificio en Las Cañitas a principios del 2020», completa Patricio Fuks, el argentino que se convirtió en el CEO de la empresa para América Latina. Asegura que generan más de 8.000 puestos de trabajo en el país y contribuyen con más de 6.000 millones de pesos en el Producto Bruto Interno (PBI).

Oficinas privadas en WeWork Bellini (Guillermo Rodríguez Adami)

Oficinas privadas en WeWork Bellini (Guillermo Rodríguez Adami)

El 45% de sus members de Argentina declararon que el coworking los ayudó a acelerar su crecimiento gracias al ahorro en el alquiler de oficinas y costos de mantenimiento como electricidad, internet, seguridad, limpieza, mobiliario y útiles para trabajar. Pero lo «fundamental» -repitieron todos- es el ahorro en “tiempo y preocupaciones” al no tener que ocuparse de todo lo que ya está resuelto en estos espacios. Eso es plug and play (enchufar y trabajar).

Fernanda Pirosanto (48) entra a trabajar con «Batman», su boston terrier. Es que sí, el coworking también es sinónimo de clima de trabajo pet friendly. Es la country manager de Pandora, la compañía de joyas más grande del mundo, que tiene dos “espacios” en el piso 19 de WeWork Torre Bellini en el Microcentro. 

Fernanda Pirosanto, en uno de los espacios comunes donde el coworking la ayudó a resolver un problema crucial para su trabajo (Guillermo Rodríguez Adami)

Fernanda Pirosanto, en uno de los espacios comunes donde el coworking la ayudó a resolver un problema crucial para su trabajo (Guillermo Rodríguez Adami)

“El potencial que tiene el coworking es que permite que uno se pueda enfocar en el negocio. En mi caso, me tenía que encargar de hacer el landing de Pandora en el país. El primer día, abrí con una llave y me senté a trabajar con mi computadora. Funcionaba internet, tenía una impresora, alguien limpiaba, no tuve que comprar ni una silla. Una gran corporación como esta, que tiene los recursos para alquilar una oficina tradicional, así se maneja en los países donde está ingresando. Porque lo importante es ponerse a trabajar sin demorarse en la estructura de la oficina”, cuenta.

Viene de 20 años en la industria del retail, de manejar marcas de moda de primer nivel, todo en oficinas tradicionales. “Cuando recién arranco con la oficina acá, estaba sola y Argentina tiene muchos requerimientos al momento de importar. Uno era detallar cuántas piedritas tiene cada joya. ¡Imaginate con 18.000 productos y el millón de circonitas que tiene sólo un anillo nuestro! Llamo a las tres fábricas de Pandora en Tailandia y Estados Unidos y la información era dificilísima de conseguir porque en ningún país existe ese requerimiento. Cuando pensé que estaba perdida, voy a la cocina a hacerme un café y un señor se me acerca y me dice que durante mucho tiempo tuvo la representación de la compañía en los free shops. Le comento el problema y me dijo ‘Ah, sí. Yo lo resuelvo así y así’. Cosas como estas tiene el coworking”, narra.

Oficinas: cómo ganarle a la crisis con el diseño interior

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Todos los empresarios del sector respondieron a este diario que era “difícil” medir el ahorro económico del coworking. Pero desde WeWork hablaron de un 15%. «Una oficina profesional o departamento ‘apto oficina’ para que trabajen tres personas con espacio para sus computadoras en Microcentro, Palermo o Núñez no baja de $ 30.000 por mes», ajusta Ricardo Botana, de la Unión Argentina de Inquilinos.

Cultura millennial. En un espacio de coworking.  (Guillermo Rodríguez Adami)

Cultura millennial. En un espacio de coworking. (Guillermo Rodríguez Adami)

En los espacios de coworking los costos de las membresías mensuales varían según sean oficinas privadas (desde $ 9.000 por puesto), oficinas compartidas ($ 7.200 a $ 9.500) o fly desks (escritorios individuales) de $ 6.000 a $ 7.200, siempre más IVA. Pero también hay pases por día y hasta por horas. «Pueden quedarse el tiempo que necesiten. Utilizan nuestros espacios en forma variada con un promedio de tres veces por semana por cuatro horas», detalla Florencia Faivich de Urban Station, que tiene cinco sucursales en Buenos Aires.

Esa hora con wifi, café y acceso a servicios de oficina cuesta $ 120, «ideal para freelancers», o $ 4.600 + IVA por mes, que además de medialunas y tostadas incluye horas libres de salas para tener reuniones. «La idea es democratizar la oficina, que todos puedan acceder. No hacemos entrevistas para admitirlos en membresías», aclara. En un año, el crecimiento de sus coworkers fue del 30%, mayoría de diseñadores y desarrolladores de tecnología.

Café y computadoras, en el mismo espacio (Guillermo Rodríguez Adami)

Café y computadoras, en el mismo espacio (Guillermo Rodríguez Adami)

La Comu Cowork, en Olivos, directamente propone una experiencia al aire libre, combinado con un diseño de interiores envidiable. Eso incluye parrilla, para los coworkers que además de disfrutar del verde quieran cambiar el tupper por una bondiola in situ. Victoria Eppinger (55) dice que en octubre de 2017 arrancó con “10 coworkers” y ya tiene 55, el máximo de la capacidad. ”Los puestos fijos compartidos salen $ 4000 + IVA por mes. Pero también podés tener un puesto nómade, de 10 días por mes, a $ 3.000. Y hay descuentos para equipos grandes”, agrega. 

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La edad promedio de los coworkers argentinos es de entre 25 y 34 años. Con posgrados finalizados o en curso y son más hombres que mujeres. Sólo los gigantes del coworking están incorporando salas de lactancia. Y no hay guarderías.

WeWork Torre Bellini. Los coworking ofrecen distintas alternativas de alquiler.  (Guillermo Rodríguez Adami)

WeWork Torre Bellini. Los coworking ofrecen distintas alternativas de alquiler. (Guillermo Rodríguez Adami)

“El cowork es una actividad anticíclica que permite a muchas empresas reubicar su dotación de personal con mayor versatilidad en distintos puestos de trabajo sin la necesidad de comprometerse en contratos de locación con mayor duración. Esto hace que el coworking sea una alternativa en épocas de crisis porque permite acomodar estructuras a necesidades puntuales de cada momento. Por otra parte, la mayoría de las membresías y alquileres están atados al dólar y una parte de los costos están atados a la moneda local, por lo que en momentos de movimientos del tipo de cambio no se siente tanto el impacto en la actividad como en otros negocios”, detalla Uri Iskin, CEO de HIT Cowork.

Además del edificio que ya tienen en Libertador, planean abrir un nuevo espacio de 9.500 m2 sobre la misma avenida para principios del 2020. Hoy tienen una ocupación del 95%: el 14% son emprendedores o freelancers, el 35% empleados de pymes y el 51% de corporaciones. 

Con pileta. El coworking La Comu, en Olivos. (Guillermo Rodríguez Adami)

Con pileta. El coworking La Comu, en Olivos. (Guillermo Rodríguez Adami)

«Hay como un ‘mito’ sobre que el coworking es sólo para startups. Las empresas pueden beneficiarse mucho del formato de los espacios de trabajo colaborativo y el know how de quienes los desarrollan. Desde nuestro punto de vista, el bienestar en las empresas asociado a espacios de trabajo agradables, que colaboren con el desarrollo de las personas y ayuden a acercar equipos es un valor infaltable en los modelos de trabajo del futuro», cierra. Lo de felicidad es bien distinto -y a la vez mucho más- que el hecho de que ofrezcan cerveza tirada On Tap todo el día o el acceso 24/7 a las oficinas.

En la antesala del 4º Congreso sobre Felicidad en el Trabajo, que será el 22 de agosto en el Hotel Alvear, su organizadora Agustina Ricaldoni explica a Clarín que «las empresas que se han mudado al coworking mencionan que en sus espacios abiertos, colaborativos y sin cubículos ni oficinas cerradas sus empleados son más felices. Y una empresa feliz tiene un 55% menos de rotación de personal». Y habla del perfil emocional de los coworkers argentinos: «Trabajar en el mismo espacio con otras personas y conectarse, incluso durante una breve conversación en la máquina de café, puede cambiarles (para bien) la perspectiva». El estudio Felicidad y Productividad, de la Universidad de Warwick, le da la razón: afirma que los empleados felices son un 12% más productivos.

Testimonios de coworkers

Horacio Vianello es abogado y trabaja en WeWork Torre Bellini (Guillermo Rodríguez Adami)

Horacio Vianello es abogado y trabaja en WeWork Torre Bellini (Guillermo Rodríguez Adami)

Horacio Vianello (33), es un abogado «mitad brasileño, mitad italiano». Hace ocho años que vive en Argentina y está casado con una “local”, bromea. Está en WeWork desde la inauguración. “Encontré la solución a mi necesidad. Tengo un estudio jurídico muy chico, somos tres. Y viajo mucho por trabajo. Yo estoy acá pero tengo un socio en San Pablo y otro en Montevideo. Necesitaba una oficina que viajara conmigo. Y cuando viajo por trabajo a Europa o Australia, uso allá las horas de acá para reservar una sala de reuniones para llevar clientes”, cuenta. 

Andrea Rey en La Comu (Guillermo Rodríguez Adami)

Andrea Rey en La Comu (Guillermo Rodríguez Adami)

Andrea Rey es contadora pública. «Hace dos años decidí soltar la relación de dependencia para desarrollarme en libertad. El coworking es un espacio que me permite además de desarrollar mi profesión y recibir a mis clientes, conectar con muchos otros emprendedores y nutrirnos mutuamente con nuestros proyectos. Un ambiente motivacional para seguir abriendo posibilidades», dice desde La Comu Cowork.

Ale Sarra en La Comu. Guillermo Rodríguez Adami)

Ale Sarra en La Comu. Guillermo Rodríguez Adami)

En ese mismo espacio de Olivos, en el patio, junto a la parrilla está Ale Sarra. Es un diseñador industrial de la UBA de 32 años. «Junto a mi equipo interdisciplinario, actualmente nos desarrollamos como agencia y consultora de diseño para marcas locales e internacionales. He tenido el privilegio de recorrer muchos coworking spaces en lugares como Hong Kong, San Francisco y Nueva York, pero hoy ya de vuelta en Buenos Aires, elijo La Comu para que sea nuestra oficina diaria porque lograron un ambiente balanceado entre trabajo y estar distendidos. Los espacios abiertos te permiten desconectarte. O enfocarte en un escritorio cuando lo necesites».

Fuente: Diario Clarín del 1 de junio de 2019